Gaby Weber
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Bundesarchiv (Archivo Federal Alemán) por inoperancia (Deutsche Bank, Fundación Adenauer) - a partir de 2011J

Hay varias maneras de mantener el secreto para informaciones consideradas importante para el ejercicio del poder y evitar el acceso público. En Argentina, es muy fácil: hasta hace poco tiempo, no existía una ley del acceso a la información pública y los gobiernos la consideran su propiedad privada. Recién en 2006 se hizo una ley, pero con muchas excepciones. Otros países como Alemania, la almacenan en el sótano de una agencia de inteligencia y dictan leyes para limitar el acceso. Pero después de la sentencia del Tribunal Administrativo Federal en el caso de los "archivos BND re Eichmann", yo podía abrir un camino para llegar a este tipo de material. Así que todavía queda el camino de la "privatización" de los documentos del Estado. Muchos políticos, cuando dejan el cargo, llevan a su casa los documentos oficiales, y después de su muerte, terminan con las fundaciones privadas que decidan lo que quieran, lo que dan a quién y bajo qué condiciones. Ahí, la Ley Federal de los Archivos y la ley para el acceso a la información pública no rigen.

Busqué la documentación completa de Hans Globke que pertenece legalmente al Estado y que tendría que estar en el Bundesachiv en Coblenza y Berlín. Globke era comentarista de las leyes raciales de Núremberg y alto dirigente en el Ministerio del Interior de Hitler. Además, era después de la guerra el todopoderoso secretario de estado de Konrad Adenauer. Muchos de los documentos oficiales se llevó con él, y después de su muerte, su hija donó este material a la Fundación Adenauer en St. Augustin. Y es la hija que quiere decidir quién puede ver estos documentos. Yo quería ver consultar estos papeles sobre el pago de 630 millones de marcos, sin el conocimiento del Parlamento alemán y el Ministerio de Hacienda, para un proyecto de desarrollo "en el desierto de Neguev (planta nuclear de Dimona de Israel). Sólo después de una presión masiva me mostraron algunos papeles y el resto permanece en secreto. Al menos para mí.

Yo también estaba interesado en los registros de Hermann Josef Abs, uno de los líderes empresariales más leal de Hitler, encargado por el Gobierno Federal en 1952 de negociar los acuerdos de compensación y ocho años más tarde, el pago de 630 millones para Israel. Estos documentos están en el Instituto Histórico del Deutsche Bank. Pero no me dieron ni una hoja.

Le pedí al Archivo Federal, tener acceso a estos documentos oficiales. Me contestaron que “lamentamos esta privatización", y le han pedido a las fundaciones e instituciones de entregar estos papeles. Pero por desgracia sin éxito. El Comisionado Federal para la Cultura y los Medios de Comunicación quería darme otras "soluciones". Eso no sucedió.

También he presentado cargos criminales contra el Banco Alemán y la Fundación Konrad Adenauer por el robo de propiedad del estado robada. Los fiscales de Frankfurt y Bonn se negaron a reabrir las investigaciones. Download document Por lo tanto, el abogado Rafael Thomas presentó una demanda en contra de los Archivos Federales debido a la falta de acción.

En febrero de 2012, el Tribunal Administrativo de Coblenza, emitió la sentencia. Los jueces negaron el derecho para el acceso a estos documentos.Download "El Archivo Federal no tiene facultades legales de buscar estos expedientes”. Esta disposición no existe en la Ley Federal para la Administración del Archivo. Dicen que en contraste con las agencias gubernamentales, fundaciones privadas y la banca alemana no tienen ninguna obligación de proporcionar sus documentos al Archivo Federal. El hecho que estos documentos llegaron ilegalmente a la fundación y al Banco ni lo mencionan. El principio del acceso a la información pública se introdujo por primera vez por la Ley de Libertad de Información en 2005, y, según los jueces, no es un derecho fundamental. La corte de Apelación confirmó la sentencia. A pesar, que inclusive los abogados del Archivo Federal pidieron a la Suprema Corte Administrativa en Leipzig una revisión porque están en juego principios fundamentales democráticos - la Corte negó tratar el caso.

Esta es la situación política en la República Federal de Alemania, gobernada por el partido CDU. Los jueces saben muy bien que el gobierno espera de ellos. No tienen problemas que documentos públicos están escondidos en la fundación privada Adenauer y en el Deutsche Bank. Espero que la Corte Constitucional en Karlsruhe o la Corte Europea de Derechos Humanos en Estrasburgo tendrá otra visión de los principios básicos de democracia. En Julio 2013, mi abogado Raphael Thomas presentó en la Corte Constitucional en Karlsruhe (BVerfG) una solicitud de declarar inconstitucional las decisiones de los tribunales anteriores. Download

El Tribunal Constitucional Alemán ha pedido al Ministerio Federal de Justicia, el Ministerio de Justicia Renania-Palatinado y el Presidente de la Corte Suprema Civil un comentario. Todos rechazaron emitir una opinión. Obviamente, para estas personas el derecho no tiene preferencia, sino que valen más las consideraciones políticas y aquellas que protejan a sus compañeros de partido. Lo mismo pasó con las Fundaciones de los Partidos Políticos, todos - inclusive los Verdes y la Izquierda (die Linke) - opinaron que no había que cambiar nada.

El 12 de julio de 2017, el Tribunal Constitucional Federal rechazó mi solicitud. Los jueces dieron una explicación formal: debería haber dirigido mi petición contra la Presidencia y no contra los Archivos Federales.

Lamentablemente, el Tribunal Constitucional Federal se niega a hacer una declaración clara en cuanto a si la práctica de robo de expedientes y la privación pública es compatible con la Constitución alemana. Los jueces no mencionan que el robo de expedientes es ilegal. En cuanto al derecho básico de la libertad de información, la sentencia dice que el gobierno tenía el derecho de restringirlo. Pero admiten, sin embargo, que la administración de expedientes oficiales por fundaciones privadas no está conforme con los derechos de igualdad porque las fundaciones privados tratan a los usuarios según su criterio mientras el Archivo de la Nación debe tratar a todos igualmente.

La sentencia termina con las palabras: "La importancia de la accesibilidad universal a la información tiene que dar énfasis a la libertad del individuo, así como a la comunicación en el estado de derecho democrático, y ponerlas en un equilibrio razonable con intereses conflictivos".

En este caso, no se trata de la protección de datos personales de terceros; se trata de expedientes nazis. Siento mucho que la Corte Constitucional Federal Alemana no haya tenido el coraje de declarar claramente ilegal la práctica ejercida durante décadas de esconder estos expedientes. Los "intereses conflictivos" son prácticas antidemocráticas, autoritarias e ilegales. Hay que eliminarlos, no “ponerlos en un equilibrio razonable”.